Asesoramiento académico

Evolución en el Modelo de Planificación Académica

En este caso, proponemos que la planificación académica integre los objetivos de contenido y los objetivos de competencias.

El desarrollo de competencias de los alumnos es un proceso que requiere de un trabajo continuo durante los sucesivos semestres en los que se desarrolla el programa educativo. Las diferentes competencias se irán desarrollando de forma progresiva a través de los diferentes conocimientos, ejercicios y prácticas que vayan realizando los alumnos en las sucesivas materias. Naturalmente, esto será así en la medida que se incorporen los objetivos de desarrollo de competencias en los syllabus correspondientes, de acuerdo a las directrices que establezcan las autoridades académicas.

El siguiente esquema muestra un modelo de planificación del desarrollo de competencias de los alumnos a los largo de los diversos semestres del programa educativo. De esta manera, se pueden identificar los progresos previsto en cada semestre respecto a diversas competencias, y algunos de ellos prioritarios se pueden incorporar expresamente en las materias consideradas clave de cada programa formativo

La planificación académica tradicional se ha basado en la selección y definición de las materias a impartir en cada uno de los ciclos formativos. Las materias, tradicionalmente, se han organizado a partir de los contenidos. Éstos son especializados, habitualmente muy técnicos y, consecuentemente, con un campo de actuación muy limitado.

Desde CompanyGame, proponemos que este esquema tradicional se combine con la incorporación de simuladores de negocios, es decir, ejercicios de práctica profesional, en diversos ciclos del programa formativo para ir asegurando la integración y aplicación práctica de los conocimientos de forma progresiva durante todo el programa formativo.

Diferentes intensidades en la aplicación de la metodología de simulación

La incorporación de los simuladores en un programa formativo puede realizarse con diferentes niveles de intensidad, de acuerdo a los objetivos establecidos:

Nivel básico

incorporación de 1 o 2 simuladores en diferentes materias para ofrecer experiencias integradoras de conocimientos o facilitar la consecución de determinadas metas de aprendizaje.

Nivel medio

incorporación de 3 o 4 simuladores en diferentes ciclos formativos, con el propósito de alcanzar el desarrollo de diversas competencias clave y la plena integración de los conocimientos y su aplicación a diversos entornos de negocio.

Nivel avanzado

incorporación de 6 o más simuladores a lo largo del programa formativo, con el propósito de obtener el desarrollo integral de competencias.

Dependiendo del nivel seleccionado, el impacto transformador de los simuladores será de mayor o menor intensidad.

Selección de las materias y simuladores recomendados

Cada simulador de negocio permite desarrollar un conjunto de competencias concreto en función de su nivel de dificultad, su campo de acción, el modelo de negocio definido, el entorno sectorial, y otros elementos configurables. En base a la definición anterior, es posible seleccionar los simuladores más apropiados en cada uno de los ciclos. Naturalmente, la consecución de los objetivos previstos requerirá que cada uno de los ejercicios de simulación se realice de acuerdo a la metodología pedagógica más efectiva para cada caso.

El siguiente esquema muestra, a modo de ejemplo, sobre el modelo de malla de materias tradicionales, la selección de las materias consideradas clave y los simuladores recomendados para cada materia. Para cada ejercicio de simulación será necesario definir la metodología de aplicación más conveniente. La metodología debe incorporar, por lo menos, el calendario de actividades, los aprendizajes previstos en cada caso y el método de evaluación recomendado para cada actividad.

De forma sintética, el siguiente esquema muestra como el alumno va progresando en el nivel de dificultad y complejidad del simulador realizado, permitiéndole aplicar sus conocimientos en diferentes entornos sectoriales y modelos de negocio.

De esta forma, es posible adquirir, a lo largo de sucesivas simulaciones, un amplio conjunto de competencias que se construyen progresivamente sobre las experiencias anteriores.