Desarrollo de competencias

Las competencias son un conjunto de conocimientos, capacidades, destrezas, actitudes y valores necesarios para ejercer correctamente una labor determinada y que se manifiestan en comportamientos externos.

La adquisición de competencias no se produce con la mera identificación de su necesidad o carencia, sino que es necesario la práctica reiterada para adquirir de forma gradual el conjunto de comportamientos y herramientas necesarias para llevar a cabo una tarea correctamente. Es decir, se trata de un proceso que requiere un esfuerzo consciente, intenso y continuado en el que el binario acción-reacción o esfuerzo-resultado es fundamental. Este entrenamiento se basa en la retroalimentación: el desarrollo de ciertas competencias permite el aumento de capacidades de la persona, y esto a su vez abre el camino para profundizar en dicha competencias y desarrollar otras nuevas.

Las competencias pueden ser evaluadas y verificadas, esto quiere decir que una persona ni posee ni carece de una competencia en términos absolutos, pero la puede poseer en cierto grado, de modo que la consecución de una competencia puede situarse en un continuo.

Utilizar las competencias como la referencia de los objetivos del proceso de enseñanza-aprendizaje implica entender que el resultado de dicho proceso debe ser las actividades que los alumnos deben ser capaces de desempeñar. Por tanto, no se trata sólo de qué debe haber aprendido, sino de qué actividades es capaz de hacer.

Lo anterior supone un cambio de paradigma, pues supone un desplazamiento de una educación centrada en la enseñanza hacia una educación centrada en el aprendizaje. De acuerdo a lo propuesto por Tuning (http://tuningacademy.org/), “los elementos para el cambio de dicho paradigma incluyen:

una educación más centrada en el estudiante,
una transformación del papel del educador,
una nueva definición de objetivos,
un cambio en el enfoque de las actividades educativas,
un desplazamiento del énfasis en los suministros de conocimientos (inputs) a los resultados (output) y
un cambio en la organización del aprendizaje.”
Los simuladores permiten incorporar la práctica profesional en el aula, promoviendo la integración de conocimientos de diferentes áreas y la puesta en práctica de los mismos, en un contexto competitivo y de trabajo colaborativo. Este tipo de práctica promueve el desarrollo de competencias.

Definición de competencias

La definición y priorización de las competencias que deben desarrollarse en los programas formativos corresponde a cada institución. Sin duda, este es uno de los componentes vertebradores del modelo educativo.

Con el propósito de facilitar la labor de las instituciones educativas, en CompanyGame hemos realizado una amplia investigación para identificar las principales competencias demandada desde el mercado laboral, con el propósito de facilitar el desarrollo de dichas competencias a través de los ejercicios de simulación.

Los simuladores de negocio CompanyGame permiten practicar y profundizar en el desarrollo de tres tipos de competencias:

Competencias genéricas

aquellas que son útiles y necesarias para desenvolverse con eficacia en cualquier ámbito de la vida profesional y personal.

Competencias específicas

relacionadas específicamente con el campo de la gestión empresarial.

Competencias específicas sectoriales

se refiere a la capacidad de desarrollar la actividad en un sector concreto.

Las competencias genéricas o transversales han ganado relevancia en los últimos años entre los requerimientos de las empresa en el momento de contratar a sus profesionales y directivos. Algunas de las competencias o habilidades clave que se trabajarán en los ejercicios de simulación son:

Algunas de las competencias específicas clave que se pueden desarrollar con la utilización de los simuladores son: